lunes, 4 de marzo de 2013
Banshee se acerca a su recta final, tras este octavo episodio con el titulo We shall live forever tenemos en mente que nos faltan solo dos horas para conocer el desenlace de la primera temporada, pero sabiendo que hay confirmada una segunda, probablemente no tengamos soluciones a todas las tramas que hay abiertas. El episodio no avanza mucho con la trama, aunque explica bastante del pasado de Anastasia/Carrie y su relación con Lucas y Olak, el sicario que envió Mr Rabbit a Banshee al final del anterior capitulo. La trama gira entorno a estos dos personajes, Ana y Olak, y su relación con el padre de la primera. Aunque la trama principal se congele en este octavo episodio, dándole un poco más de bombo a las historias secundarias, el comienzo del capitulo tiene un duelo dialéctico bastante interesante entre Lucas y Carrie, en el que se descubre uno de los secretos de la serie, el resto del capitulo va empujado por la necesidad de dejarse lo mejor para la finale.
Como hemos comentado Olak, el sicario de Mr Rabbit, - como vimos al final de Behold a Pale Rider, el séptimo episodio - ya está en Banshee acechando a nuestros protagonistas. Por otro lado, observamos a Anastasia/Carrie y Lucas dando rienda suelta a su tensión sexual - casi cumpliendo el cupo de escena subidas de tono de cada capitulo - por toda la noche. La mañana siguiente es la que complica las cosas, Gordon se despierta solo, hecho que le afecta de tal forma que enrabietado comienza a desmontar la habitación en buscando algo que le diga lo que está pasando. En el caso de Lucas, el despertar es más alegre, felicidad que durará poco, Anastasia/Carrie sabe que no pudo despedirse y ve en esa noche fogosa la despedida perfecta para que sus caminos se separen por fin, Lucas por otro lado ve en la identidad de Carrie una forma de esconderse no de vivir, sabiendo que ésta no durará toda la vida. Finalmente - y para sorpresa de muchos - Lucas nos suelta la bomba del episodio, Deva es hija suya, es su familia la que está en juego, desea ser una verdadera familia con Ana y su hija, y luchará por ella cueste lo que cueste. Ana, en cambio, no lo ve de la misma forma, y antes de irse, le pide que se olvide de ambas, que las deje vivir la vida acomodada que Gordon les da pero que con él no podrían tener, o sino le matará.
Mientras se va del desordenado refugio de Lucas, entra en escena Olak, que la intenta secuestrar sin éxito ya que aparece el Sheriff justo a tiempo para que las tornas se vuelvan de su lado, apresando al sicario. En ese momento aparece Lili Simmons recién expulsada de la comunidad Amish - no solo ha perdido a su familia, sino que ha perdido el rumbo de su vida - , y tras ser acogida por su tío Kai Proctor va a visitar al Sheriff, que la aleja del lugar dejando a Ana y Olek solos. Se descubre que fue un Olak enamorado el que le confiesa al Mr Rabbit todo sobre la relación entre Anastasia y Lucas. Olak se suelta de sus esposas con lo que da comienzo una de las mejores peleas de la serie - Anastasia da duro, yo no me enfrentaría a ella nunca - ocupando gran parte del episodio.
Otra parte del capitulo se encuadra en Kai Proctor. Centrándose en sus relaciones de negocios como la relación comercial con la tribu india y en sus relaciones familiares como la expulsión de su sobrina de la comunidad Amish a la que pertenecía. Por un lado visita a su viejo amigo el jefe de la tribu india - y principal valedor en un negocio en común - que está enfermo en el hospital, buscando despedirse de él. La muerte del viejo jefe puede desencadenar un conflicto, ya que los negocios pasarán a su hijo con el que tiene una mala relación. Por el otro lado visita a su hermano en la comunidad Amish, pidiendo el reingreso de la joven Lili, pero el enfrentamiento verbal con la comunidad que le dio la espalda y con su propio padre, provoca la ira de un Kai Proctor que tiene el poder de mantener o destruir el hogar de los Amish.
Exhaustos y apuñalados ambos con un trozo de madera, Olak y Ana caen al suelo, antes de matarle del todo tiene el ultimo recuerdo de él, con Lucas, bebiendo y divirtiéndose como si fueran una gran familia, finalmente le clava el trozo de madera en el cuello y queda inconsciente en el suelo. Su marido Gordon encuentra un colgante bajo uno de los muebles, con la habitación revuelta, entra Deva para consolarle, aunque sin querer saber lo que ocurre. Finalmente llega Lucas, que viendo el panorama de sangre y destrucción se lleva a la malherida Carrie dando fin al episodio.
La escena post-créditos nos muestra al hijo del jefe indio en el hospital, viendo como la vida de su padre se escapa, y como tras su muerte el rostro pasa de pena a ira, ¿Ira contra Kai Proctor? Lo sabremos en el próximo episodio.
A continuación el trailer del noveno episodio, Always the Cowboy
